Acaba de salir de prisión y «ha cantado» en el programa del prestigioso Greg Szymanski.
Gambino no es un un cualquiera sino el nieto del mítico Lucky Luciano, de quien dice que «dirigió las carreras de Marilyn Monroe, Dean Martin, Samy Davis Jr, Tony Bennet, Clint Eastwood y… Sinatra». Como he anticipado en mi libro «La historia secreta de Hollywood», la historia de la película El Padrino I con el cantante que «obligan a triunfar en Las Vegas» es real, y se refiere a la historia de Frank Sinatra.
Estando su familia implicada en el asesinato de Kennedy, las afirmaciones de Gambino de que tanto el Vaticano como el gobierno Bush tenían conocimiento en los atentados del 11-S «y fueron sus ideólogos» contienen mucho peso, sobre todo, porque confirma la existencia de grandes cantidades de oro en los sótanos del World Trade Center: «mi abuelo construyó esas torres», afirma.
Señala directamente a los jesuitas como los jefes del crimen organizado y, en concreto, el cardenal de Palermo como el jefe supremo de la mafia siciliana y el de Nueva York como el número 1 de la cosa nostra norteamericana.
Sin duda que estas declaraciones van a traer «cola» porque, como digo, no proceden de un cualquiera sino del nieto de Lucky Luciano y uno de los máximos mafiosos de las últimas décadas.