Os lo anticipé en varias ocasiones hace semanas: el jefe de los servicios secretos sauditas, Bandar Bin Sultan, amenazó a Putin con atentados terroristas de sus cédulas «Al Qaeda» antes de los Juegos Olímpicos de invierno si Rusia continuaba apoyando a Siria.
Este es el resultado, tras el atentado en una estación de tren (como el 11-M y el 7-J, y el atentado en la estación de Bolonia, 1980) una nueva explosión en un autobús. Volgogrado, ciudad donde han explotado las bombas, está a sólo unos setecientos kilómetros de Sochi, donde se celebran los Juegos Olímpicos de invierno el próximo mes de febrero y tampoco queda lejos de las repúblicas ex soviéticas de habla turca y fe musulmana de donde salen los terroristas suicidas financiados por la monarquía wahabita. La información «conspiranoica» -lamentablemente- ha vuelto a acertar.
Arabia Saudita y su aliado Israel son los responsables de estos atentados.
Aquí podéis ver el artículo del pasado 3 de septiembre, basado en Benjamin Fulford, en el que se anticipaba la amenaza de Bandar Bin Sultan a Putin.
Es hora de que «alguien» le corte la cabeza a este malnacido. ¿Qué tal los informes en posesión del congreso que relacionan al susodicho con la financiación de los atentados del 11-S?
PD: Indudablemente, puede ser una absoluta coincidencia pero el mismo día que explotan las bombas en Volgogrado, el mítico piloto Michael Schumacher se estrella mientras esquiaba; Bombas-Juegos de Invierno-Esquí-Se estrella-Número 1-Putin…