«Esto» ya va a una velocidad… la velocidad esperada para la recta final (¿os acordáis cuando hablábamos del mítico 21 de diciembre?): con las bolas de fuego sobre USA y el rayo tocando el dedo del Cristo Redentor en Río de Janeiro son las señales de que ya estamos viviendo el momento ansiado de la revelación final.
Dado que los dedos de la Justicia apuntan ya claramente a la cúspide de la élite, estos demonios están buscando como sea resguardarse de la que se espera; así se explican los movimientos del Príncipe Carlos de Inglaterra para presionar a su madre para que abdique en él. El diario Daily Mail lo da por hecho al explicar los movimientos habidos en los últimos meses en la jefatura de prensa de la Corona, en la que el ex marido de Lady Di está colocando a gente de su confianza. Esto se interpreta como que en los próximos meses va a -intentar- dar el golpe para hacerse con el Poder, a pesar de los múltiples escándalos que le persiguen (precisamente para resguardarse de ellos).
Sumamente significativo que el mismo día, en el mismo diario, se publique otra información concomitante, que detalla cómo la esposa de un militar de la fuerzas especiales británicas (SAS) fue sobornada para que no contara y que su marido participó en el complot que mató a la mítica princesa Lady Di.
Como está ocurriendo en todos los países, las personas que están contando la verdad sobre este asesinato dentro de Scotland Yard o el ejército, están siendo perseguidos por la Justicia por delitos inventados, dejando claro que hay cosas que no se pueden revelar.
No hay que ser muy astuto para darse cuenta de que ambas noticias están relacionadas: sabedor de que el asesinato de Lady Di le va a salpicar, el Príncipe Carlos trata de inmunizarse alcanzando la jefatura del Estado.
Por cierto, por si no lo sabíais, hay unos cuantos testimonios que aseguran que el principe Philip cedió a su hijo Carlos cuando era un niño al bisexual Lord Mountbatten para que le diera su primera educación: fue sodomizado. Esta es la clase de educación que hace de los seres de las élites individuos des-almados, sin ninguna clase de empatía hacia los demás. El Príncipe Carlos era gran amigo del reconocido pedófilo Jimmy Saville. es prácticamente seguro que fuera uno de sus clientes.
