Sabéis que hace tiempo que vengo denunciando la burbuja futbolística en la que viven países como España, endeudada hasta las cejas y con los dos equipos más potentes económicamente, o Brasil, que se pone a organizar un Mundial en medio de una crisis social que no se corresponde con la presunta bonanza macroeconómica.
Por eso, al principio he visto con simpatía -y sorpresa- las noticias sobre los sabotajes al Mundial de fútbol en un país tan tradicionalmente futbolístico como el gigante sudamericano.
Hasta que hace unos días me he planteado, sabiendo que el BRICS va a anunciar este mes de julio, durante el Mundial, la creación del Banco de Desarrollo alternativo al iluminati-sionista.
Y me he planteado si no le estarán preparando una revolución prefabricada como las de Ucrania, Siria, Venezuela o Libia contra Brasil, sobre la base de la injusticia social existente, pero generando graves disturbios durante el Mundial para minar su credibilidad y hacer caer al gobierno.
Lo dejo ahí porque es una mera sospecha, a la luz de que se esté dando tanto bombo a estos actos de insurrección: ¿cuándo habéis visto que la prensa oficial dé cobertura a un movimiento social contra el fútbol?
Sospechoso, ¿no?
Estad atentos…