El viajero siempre intenta encontrar lugares auténticos donde tomar contacto con la realidad del país a donde ha ido, pero en un mundo tomado por el turismo de cartón, cada vez es más difícil.
Cuando llegué a Cartagena de Indias en el año 2008 (después de un mes viajando por Colombia), me encontré con algunas callejuelas coloniales interesantes (pero en mal estado) y, claro está, la antigua fortaleza… convertida en un parque temático para turistas.
Antes de mezclarme con estos observadores pasivos de la realidad en uno de esos bares sin gracia alguna, me di varias vueltas para ver si hallaba algo auténtico, algo verdadero y… lo encontré. Encontré mi bar.
Era un domingo a eso de las 12 de la mañana y mis pasos me llevaron a un bar parecido a los españoles donde, en lugar de toros o fútbol, había una gigantesca pantalla plana ¡emitiendo conciertos de salsa en blanco y negro! Y, alrededor de la barra, una cuarentena de señores de mediana edad, absortos, contemplando -ya digo, como los taurinos en España con las corridas- los conciertos setenteros de Willy Colon, la Fania All Stars, Celia Cruz, Ruben Blades y tantos otros.
Aquel día yo creo que fui (además de cuando estuve en Cuba) cuando comprendí en su totalidad el fenómeno de la salsa, que a España ya llegó, edulcorado, con la bachata de Juan Luis Guerra (con bonitas canciones, no hay que negarlo) pero sin el poderío de esas descomunales orquestas.
Como me interesa mucho el origen del fenómeno musical, pregunté a unos y a otros por el origen de la salsa y me encontré disparidad de opiniones: hay quien dice que nació allí, en Colombia (en Cali y Cartagena), otros contestan que en Puerto Rico, que en Panamá, que en Cuba… o que en Nueva York.
Para los que, como digo, gustéis de investigar en el fenómeno social y cultural de la música es un tema muy bonito conocer cómo un fenómeno nace, simultáneamente, en diferentes lugares al mismo tiempo, señal de que la Humanidad está conectada y que, aunque haya artistas que den pasos más avanzados, existe una conciencia colectiva que avanza acompasadamente.
El documental que os propongo para hoy se centra en Nueva York como foco donde confluyeron los diferentes artistas caribeños que dieron origen al concepto de «salsa» como una mezcla del jazz (negro) con las melodías hispanoamericanas, como el propio son cubano y las de los restantes países caribeños.
Creo que, como digo, el documental se centra excesivamente en Nueva York y habría más historia indagando en los restantes países pero, sin duda, es realmente interesante.
