Pues no, el impuesto sobre la Renta no lo inventó la Reserva Federal como hasta ahora pensaba.
Fue bastante antes, y el cuándo se inventó es una de esas piezas del rompecabezas de la Historia que nos aclarará muchas cosas.
Fue Inglaterra, a consecuencia de las guerras contra Napoleón que asolaron Europa a finales del siglo XVIII y principios del XIX, generadas a su vez, como todo el mundo sabe, de la Revolución Francesa.
Los enormes gastos de la guerra «obligaron» a la hacienda británica a introducir esta tasa, no sólo sobre las propiedades, sino también sobre el trabajo. Como la excusa era hacer la guerra contra Napoleón (como todos sabéis, financiada por los Rothschild), cuando se firmó la paz, se acabó la necesidad del impuesto sobre las ganancias.
…Y cuando se reanudó la guerra, se volvió a colocar el impuesto. «Lógico», ¿no?
Ya en aquella época se organizaron los consiguientes «tramos» y también las famosas deducciones.
Los tramos fueron: A (alquileres de viviendas y tierras), B (beneficios de agricultura y ganadería), C (anualidades públicas ??), D (autoempleo y otros ítem no recogidos en los anteriores) y E (salarios, anualidades y pensiones).
Seguro que algún experto en impuestos me podrá explicar la siguiente frase en inglés: «Taxation at source – the Bank of England deducting income tax when paying interest to holders of gilts».
Lo que yo entiendo es que el Banco de Inglaterra deducía impuestos a los que pagaban impuestos por poseer «gilts». ¿Que qué son los «gilts»?
Pues según la Wikipedia, «es una abreviatura anglosajona del término gilt-edged security, con el que se designa a los valores de máxima solvencia que son equiparables al oro. Se trata exclusivamente de deuda pública soberana emitida o garantizada por los gobiernos del Reino Unido y nominada en libras esterlinas«.
Creo que podéis escuchar desde cada una de vuestras casas mi onomatopeya de «entendimiento», similar a cuando Newton se enteró de la gravedad.
O sea, por una parte, se otorga el privilegio de deducirse el gravamen a aquellos que poseen deuda pública, la deuda del estado. ¿Quién lo tiene? Quienes han financiado la guerra, evidentemente.
Por otro lado, nos enteramos de que esa deuda pública estaba avalada con el oro.
De manera que ya podemos entender en su totalidad la famosa jugada de Waterloo 1815 cuando las falsas noticias sobre la victoria de Napoleón tumbaron la bolsa de Londres y acabaron haciendo que los Rothschild se hicieran con el Banco de Inglaterra.
Compraron la deuda a bajo precio, se hicieron con el oro. Y con el oro que habían robado a los barcos españoles, los piratas se convirtieron en banqueros.
Evidentemente, este impuesto fue creado por los propios Rothschild (tras extorsionar al gobierno británico mediante las guerras artificialmente creadas mediante ese agente masónico llamado Napoleón) y ya lo dejaron claro desde el principio al consignar que «iban a pagar menos los que poseyeran dinero-deuda».
¿Entiendes ahora por qué se deduce en la declaración estar pagando un piso (estar endeudado) mientras que si acabas de pagarlo, te cargan con impuestos?
¡Lo que se potencian son las deudas mientras que el que no está endeudado tiene que pagar más!
¿Consecuencia? ¡El objetivo del Impuesto sobre la Renta es que estemos todos endeudados! (Como dijeron mis tripas el otro día)
Pero hay más.
A través de las innegables evidencias, queda demostrado que:
1-El Impuesto de la Renta es un Impuesto de Guerra, desde el principio.
2-Ergo; si no hay guerra, no hay impuesto de la renta o, dicho de otra forma, para que exista impuesto sobre la renta es necesaria una «Guerra sostenible», es decir, que nunca acabe. ¿Cuál es esa guerra sostenible? La guerra contra el terrorismo porque, por definición, una bomba la puede colocar… cualquiera. Cualquiera a quien le interese mantener esta «economía de guerra», es decir, esos impuestos al trabajo. Porque pagamos esos impuestos porque creemos que a cambio nos van a dar seguridad. Esa es la clave para entender el impuesto sobre la renta.
PD: Mientras escribía esta historia, Javi me cuenta que las colonias englobadas en «Los Estados Unidos de América», tras su independencia de 1776 emitieron una moneda-fiat, puesto que carecían de oro y plata, que llamaron «colonial script». El gobierno de los Estados Unidos imprimió 12 millones de estos billetes, y durante la guerra se imprimieron hasta 240 millones, pero resulta que al final de la guerra había 500 millones de scripts en el mercado. ¿Qué había pasado? La corona británica había falsificado el resto. Lo mismo que han hecho con las acciones derivadas y preferentes, y el gigantesco timo de la bolsa de los últimos años.
Así pues, el impuesto sobre la renta lo fundó la familia de piratas Rothschild a partir de las guerras contra Estados Unidos y Francia, que por eso se unieron en contra de los banqueros.
Seguidamente, el ejemplo paraguayo-1865 de cómo la guerra se establece para generar deudas.