Pues eso: que el asunto de la estrambótica aparición de Uma Thurman pintaba raro y mi intuición me dice que este tema va a «traer cola».
Al día siguiente de reaparecer normal, tras un cambio de imagen que hizo pensar a todos que se había hecho una -mala- cirugía estética, la bella protagonista de Las amistades peligrosas, Kill Bill y Pulp Fiction, los medios de comunicación se han quedado tan «planchados» por la metedura de pata que no saben que decir.
Y donde no llega la interpretación tradicional es donde empieza a operar la Ciencia de la Conspiración y la Ingeniería Social.
Las posibilidades que se nos abren son diversas y todas muy interesantes: ¿será una operación de un sector del propio Hollywood para reírse de la obsesión por la estética?, ¿es un atentado a la capacidad de discriminar la realidad de la ficción por parte de las élites (que se rían de nosotros, vaya)?, ¿es una manera de desacreditar a los medios de comunicación? ¿o puede que constituya parte de la ingeniería social para la preparación de la población de la existencia de tecnología para crear clones, como venimos sosteniendo desde hace tiempo?
Como digo, estamos ante el comienzo de una nueva tendencia en el ámbito de la Ciencia de la Conspiración, y por tanto estaremos atentos al desarrollo de los acontecimientos.