Curioso: casi un siglo después de su muerte, Nicola Tesla está más vivo que nunca.
Su cara aparece en las calles de la capital española (dentro de una exposición de Telefónica) y su nombre es noticia una y otra vez.
Tesla Motors, la firma norteamericana de coches eléctricos, anuncia que en seis meses sacará al mercado una batería de litio para proporcionar autoconsumo al mercado doméstico.
Los rusos, por su parte, dejan caer ¡como quien no quiere la cosa! que a pocos kilómetros de Moscú había una gigantesca torre Tesla… abandonada.
Por supuesto, no os penséis ni por un momento que esta serie de noticias son «casuales» sino perfectamente ensambladas para prepararnos para la gran liberación tecnológica que nos espera: en el argot de los ingenierios de la Opinión Pública es lo que se conoce como «globo sonda». Esta vez, en sentido positivo.
De la misma manera tenéis que valorar que un científico de altísimo nivel de la Universidad de Nueva Jersey confiese al periódico The Guardian que fue contactado por una agencia gubernamental para generar un arma capaz de alterar el clima. Hace sólo dos semanas, un instituto de San José (California) publicaba un documento explicando cómo alterar las nubes para conseguir que los rayos del sol impacten de menor manera en la Tierra.
¿Que de qué está hablando en realidad?
Geoingeniería, es decir, chemtrails. La noticia, en español, aquí.