En las últimas semanas han ocurrido una buena cantidad de noticias que, si las unimos, nos proporcionan una nueva visión sobre lo que está sucediendo en esta histórica batalla entre el Bien y el Mal que se libra actualmente en el Planeta.
Ayer mismo comenté que las fuerzas conjuntas iraquíes, iraníes y kurdas están a punto de reconquistar la ciudad de Tikrit, que da acceso a Mosul, el mayor enclave controlado por las fuerzas sionistas.
En el otro extremo del Planeta, durante su discurso del otro día, Cristina Kirchner dejó caer que se había descubierto que el incendio que acabó con los archivos del banco HSBC en Argentina (investigado por el lavado de dinero) fue provocado. Las últimas noticias apuntan a que el presidente de dicho banco va a ser investigado.
En Francia, un periodista de Le Monde dejó caer el otro día en una TV la noticia que os conté hace semanas: que las cuentas de los «archivos Falciani» apuntaban a que un agente de El Mossad israelí financió el 11-S. Artículo de Le Monde, aquí.
En Méjico se han detenido consecutivamente en las últimas semanas nada menos que a los jefes de los cárteles Los Zetas y Los Caballeros Templarios.
Y en Italia, ayer mismo detuvieron al jefe de la mafia napolitana.
Hoy jueves 5 de marzo Rusia Today nos cuenta que el embajador norteamericano en Corea del Sur sufrió el acuchillamiento de su cara por parte de un activista.
¿Que nos están diciendo todas estas noticias?
Parece claro que la publicación de las cuentas secretas del HSBC, con sus conexiones mafiosas, está en el origen de las subsiguientes detenciones de los carteles de la droga pues, como es sabido, son los banqueros quienes los dirigen. En cuanto a Irak y Siria, cada vez parece más evidente que la coalición de fuerzas del Bien está deteniendo a los sionistas, impidiendo el aprovisionamiento de armas del ejército islámico (en los últimos días han sido derribados varios aviones y helicópteros que se dedicaban a este menester).
Estamos contemplando el comienzo de la tan ansiada «última fase»: las detenciones.
PD: Como podréis ver, en las últimas semanas la mayor parte de mis noticias sufren la censura de Facebook al no aparecer el titular de la misma. Una vez más, quieren invisibilizarme, razón por la cual, deberéis pinchar en la noticia bajo la garantía de calidad «rafapal» porque no sabéis el contenido de la misma. Agradecedle al sionista Mark Zuckerberg la cortesía.