Os comentaba hace días que la guerra soterrada que estamos viviendo está sacando a la luz armas que hasta hace sólo unos meses eran consideradas de «ciencia ficción».
En el último informe de Sorcha Faal se describe una nueva orden del ministerio de defensa ruso para posicionar a sus defensas en estado de máxima alerta e incrementar la producción de misiles después de una nueva aparición de lo que califican como una «hipernave» y que podéis ver en el siguiente vídeo: un círculo negro grabado en Kazajastán.
Este extraño evento repite otro similar grabado el 14 de noviembre del 2014 cerca de Ekaterimburgo y que fue destruido por un misil, causando una explosión, siendo confundido con un meteorito.
Antes, en octubre del 2013, se fotografió este misterioso círculo cerca de una base aérea en Florida, causando estupor entre los vecinos, y recientemente, en abril del 2014, cerca de la base británica de Royal Leamington.
Según el informe de la defensa ruso filtrado por el informador que se esconde tras el pseudónimo Sorcha Faal, el equipo de Putin ha identificado que la citada «hipernave» utiliza un sistema de propulsión llamado «supercavitación» y que básicamente consiste en abrir vórtex toroidales con los que es capaz de nadar en el espacio e, incluso, multidimensionalmente. Una tecnología propia del Area 51 y el proyecto espacial secreto.
Faal afirma que el apagón del otro día en Washington fue una venganza rusa con un arma electromagnética en respuesta de otro ataque similar en Stavropol, el 16 de marzo, que inutilizó los ordenadores de los rusos.
[Todo esto confirma que los apagones y sabotajes que están habiendo forman parte de esta guerra soterrada].
Aunque la prensa oficial no lo contó, inmediatamente después de sufrir el apagón en Washington, el comando norteamericano que escanea la amenaza de misiles se refugió en el búnker de la montaña Cheyenne en Colorado para salvaguardar sus sensores de un hipotético ataque electromagnético.