Nuevamente, se valida la tesis de «La Historia Secreta de Hollywood»: los correos electrónicos incautados por Wikileaks ratifican la colaboración entre el gobierno USA y la industria cinematográfica en la creación de enemigos. La ficción penetra en el inconsciente del público hasta que éste lo confunde con la realidad.
Por otro lado, se ha revelado que el actor y director Ben Affleck (sospechoso de ser un agente de la CIA con la película propagandística anti-iraní «Argo») proviene de una familia de esclavistas (judíos).