Los buenos lectores de esta web recordarán que hace dos años realicé una serie de entrevistas con tres diferentes figuras del Parlamento catalán (Qim Nadal del PSC, Marc Sanglas de ERC y Jordi Cañas de Ciutadans). Preocupado por la deriva independentista, ha sido mi única incursión en la política nacional, lo que me permitió conocer a Cañas, número 2 de Ciutadans, y crearme una muy buena impresión, tanto de él como de su grupo, como algo diferente a la peste PP-PSOE. En aquella ocasión, cuando nos quedamos tomando unas cañas (jaja) le sugerí la posibilidad de que su partido se presentara en el resto de España.
-No tenemos dinero para esa empresa -fue su respuesta.
Y a los pocos meses de esa entrevista fue defenestrado por un nimio asunto de Hacienda. Sigo teniendo mis dudas sobre el verdadero objetivo de esa persecución… (Hoy, a la luz de las sufridas por Monedero, Tania Sánchez, Errejón y Podemos, nadie puede dudar de que estaba cargada de otros objetivos).
Como muchos sabréis, aunque técnicamente vivo en la marginalidad mediática, los lectores que siguen esta web son muchos y muy variopintos, y sus conexiones llegan prácticamente a todas partes; así pues, tengo, aunque sea de una manera indirecta, una capacidad de influir en la realidad.
Uno de esos lectores (que se mueve en territorios del mundo de los negocios y el famoseo) me insistió hace como un año y medio para que conociera al comunicador y politólogo vasco Román Cendoya, colaborador del programa El gato al Agua. Un tipo interesante. Aunque muchos no lo sepan, está unido al mundo de Internet desde sus inicios y, entre otras cosas, estaba con Rosa Díez y el filósofo Savater en la Fundación de Víctimas del Terrorismo… de la que salió UPyD. Contado de sus propios labios, el partido que está a punto de morir en los próximos meses, fue un golpe de estado de la política bilbaína, que cambió la denominación de la Fundación y la convirtió en partido político sin contar con ninguno de sus correligionarios. Cendoya está en la pomada: es uno de esos tipos influyentes que la gente desconoce. Mi amigo había visto mi entrevista a Jordi Cañas y conectó con Cendoya en la posibilidad de que Ciudadanos pudiera «exportarse al resto de España».
Estoy casi por asegurar que ni en aquel momento Cendoya sabía ni sabe aún quien soy, así pues no me voy a apuntar ningún tanto, pero sí os puede resultar de relevancia conocer que en aquella ocasión, valorando la situación de extrema gravedad en la que se encontraba España, compartimos la necesidad de buscar una salida para los votantes del PP: una regeneración, y todos estuvimos de acuerdo en que una coalición de UPyD con Ciudadanos era la solución (para esos votantes de derecha: como sabéis, yo no creo en esa división y por eso creo ahora mismo que tanto Podemos como Ciudadanos pueden ayudar a preparar al país para el reseteo del sistema monetario).
¡Os estoy hablando de hace únicamente año y medio! y os estoy contando que, después de eso, mi amigo (el que hizo el contacto con Cendoya) ha estado maniobrando para traer a Rivera en repetidas ocasiones a Madrid, promocionarlo y presentarle a gente.
No, mi amigo (un conspiranoico convencido) no es el único que ha maniobrado en esa dirección. Es evidente que dentro del mundo periodístico esa posibilidad de sustituir al PP por Ciudadanos ha sido una forma de desbloquear la infausta situación que muchos más periodistas y comunicadores han valorado, de ahí la subsiguiente campaña mediática -infructuosa- para convencer a Rosa Díez de que se uniera al partido de Rivera.
Ella misma se ha cavado su propia tumba.
Hace unos meses acudí a una presentación de Rivera en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y mi amigo me lo presentó; apenas cruzamos dos palabras pero lo que puedo decir es que su mirada -y su aura- es limpia. Otra cosa es la calidad de la gente que se le puede estar acercando, pero el deseo de regeneración está ahí.
Como véis, las cosas caminan muy deprisa ahora mismo y la creación de Opinión Pública y de generación de soluciones cristalizan en pocos meses, señal de que hemos entrado en la Nueva Era.
Dicho esto, igual que han subido meteóricamente, tanto Rivera como Iglesias podrían caer si no sirven a la regeneración que está pidiendo a gritos este país.
Sí, la Opinión Pública es capaz de modificar cosas, y la prueba está en lo que os acabo de contar.