El absurdo al que lleva el intentar que el mal que tú creas sea el Bien que trata de perseguirte ha llevado a que el gobierno USA haya revelado los libros de cabecera de su propio agente Bin Laden (una semana después de que un Premio Pulitzer revelara la mentira de la muerte del saudita).
Y lo que nos encontramos es una especie de «greatest hits» de la conspiración: el juego de rol de Steve Jackson, Fritz Springmeier, Michael Ruppert, Greg Palast, John Perkins, Coleman, Eustace Mullins, David Ray Griffin, Anthony Sutton, MK Ultra… ¡Sólo falta David Icke!
Como digo, es evidente que esta «noticia» se ha creado para criminalizar el movimiento conspiranoico pero, a poco que te pares a pensar en lo que supondría que el «supuesto cerebro de los atentados del 11-S» se interesara por las teorías de la conspiración que, precisamente, lo que mantienen es que los terroristas (como él) son sólo tontos útiles manejados por el Poder, esto nos llevaría a pensar que:
–¡Bin Laden se investigaba a sí mismo!
Es decir: si Bin Laden había leído todos esos libros, entonces, impepinablemente pensaba que el atentado del 11-S fue una conspiración generada por el propio gobierno USA y, dado que el supuesto responsable de esos atentados fue él mismo, ello significaría que el malo entre los malos pensaba/sabía que había sido utilizado y él mismo era un pobre tonto manipulado por los Bush y Dick Cheney. (Este guión me recuerda mucho a otra película, de Woody Allen, titulada «La maldición del escorpión de jade», por cierto].
Sí, sé que llevo algunos meses sugiriendo que hemos tocado el clímax del absurdo pero esto, sinceramente, se me antoja insuperable.
PD: Es tan absurdo… Es tan absurdo que con esa lista de libros-clave el gobierno norteamericano está dando las claves para desentrañar ¡la conspiración entera! porque habrá mucho curioso que desee leer los libros que «leía Bin Laden». O se han vuelto locos por completo o… o… esto es un montaje de los buenos para despertar a la población por medio de una noticia falsa como las que suelen fabricar los malos.
