Desde que llegué a México, Clementina, mi «mánager» en el país azteca, no hacía más que decirme que tenía que ir a verla y ayer, ya en el DF, me convenció. Y las expectativas que me había creado se vieron ampliamente superadas.
Dado que se estrena en España este próximo fin de semana, no os la voy a destripar pero si os anticipo que esta película consagra la creencia de que Hollywood está ya en otras manos que están lanzando un mensaje radicalmente diferente respecto al progreso.
La película tiene guiños descarados a la censura de tecnología (con Tesla de referencia), los viajes en el tiempo de Andrew Basiago y, sobre todo, el control mental que la industria de la cultura/espectáculo está ejerciendo sobre la Humanidad en forma de negatividad y de rendición ante el Armagedón.
Frente a ello, la inocencia de la niña/heroína mantiene la llama de la esperanza encendida con la confianza en un futuro mejor y, sobre todo, la existencia de una conspiración de los soñadores para hacerlo realidad.
Como me decía Clementina, Tomorrowland es la traslación del mensaje que estoy transmitiendo este año en mis conferencias, razón por la cual su estreno justo antes de mi llegada a México lo considero un buen augurio.
Mañana jueves a las 19 horas daré una conferencia en el Teatro Venustiano Carranza (Sadi Carnot 86, Colonia San Rafael, Delegación Cuauthemoc) y el sábado y domingo en el Centro Logra (Avenida Insurgentes Sur Nº 1443, 1er piso Colina Insurgentes, Mixcoac, Delegación Benito Juárez) impartiré un taller para despertar la intuición y sincronizarse con el mundo que está ya llegando.
Sobre Tomorrowland, habrá tiempo de comentarla en más profundidad, pero desde ya, os digo que va a causar un gran impacto acorde con los tiempos que ya estamos viviendo, preliminares del gran cambio.
