Hacía ya unos días que venía detectando el emerger de una paranoia contra los padres que no vacunan a sus hijos, comenzando por la web Meneame y continuando con noticias extendidas a través de Facebook y una supuesta disensión en las filas de Podemos a cuenta de este tema, y hoy ya puedo afirmar que estamos ante un ataque de «bandera falsa».
Leyendo varias noticias consecutivas en el diario El Mundo sobre una ola de difteria de la que se habrían salvado niños vacunados y a los pediatras solicitando que se les permita vender la vacuna de la varicela, no me cabe duda: se está lanzando una ingeniería social.
A mi juicio, y dado que dentro del partido Podemos conviven cientificistas con naturalistas, el objetivo último de esta paranoia es conseguir la división de este partido.
Veremos.