Ex gays, Política actual — 11 julio, 2015 at 9:41 am

La epigenética convierte a la cultura en el origen de la homosexualidad

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Ayer mismo, en Intereconomía TV su propio director habló (sin nombrarlo) de La Conspiración del Movimiento Gay, aludiendo a la Fundación Rockefeller como ideólogos de la ingeniería social y a Alfred Kinsey como el falso científico encargado de difundir el «conjuro» o leyenda urbana de que un 10% de la población nacía con una tara para relacionarse con el sexo complementario. En el mismo programa se reveló que durante el último Orgullo Gay de Madrid, los propios castrados ¡cantaban canciones satánicas «ya llega el azufre»!, en un inusual reconocimiento del origen de este movimiento.
Ayer mismo, diputados demócratas de Estados Unidos proponían derogar los términos «marido y esposa» como descripción del matrimonio, una vez que han aprobado el «maridomonio» y el «lesbianomonio», que es como se debería calificar la unión entre dos hombres o dos mujeres con fobia al sexo complementario.
En este intento por «normalizar» lo que no es normal [por pura lógica, sólo se puede normalizar, aquello que no es normal], la ciencia oficial está intentando demostrar, nuevamente, que uno nace con esa tara, y para ello están promocionando un nuevo «palabro»/disciplina: la epigenética, que ellos mismos definen como «los desencandenantes químicos de que unos genes se expresen o no».
Dado que estamos hablando de ciencia y de asuntos tan modernos, resulta difícil darse cuenta de lo que a veces nos proponen con estas nuevas palabras pero, si os dais cuenta por el vídeo que os incluyo, a fin de cuentas la epigenética se identifica con la cultura, la educación, la propaganda, el trauma y el libre albedrío, que son lo que conforman nuestra personalidad; es decir, aquello que hace que los genes se expresen o no. La epigenética sería el «eslabón perdido» entre los genes y la cultura; la explicación a cómo nuestras elecciones en la vida conforman nuestra personalidad.
Por mi parte, propongo que se haga un estudio a nivel químico sobre las consecuencias del trauma y ya verían cómo daba cumplida respuesta al origen de la conducta homosexual.
PD: El reportaje es malo de solemnidad (pero divertido para descodificarlo).