Ralph Rieckerman afirma en Infowars que los participantes pagan 100.000 dólares por ir a esas fiestas.
Curiosamente, el español Aménabar acaba de sacar una película donde, al parecer, desmonta la existencia de esas fiestas satánicas. No hay que olvidar que Amenábar se hizo famoso dirigiendo cuando tenía solo 22 años una película sobre «snuff movies».
En los libros La Historia Secreta de Hollywood y el recientemente publicado El Asesinato de la Música podéis encontrar muchísima información sobre estas conexiones.