Me lo estaba oliendo. Llevo años pensando a qué carajo se dedicará Noam Chomsky en el superimportante Instituto Tecnológico de Massachussets. ¿Qué es lo que habrá hecho el lingüista judío (y pope de la izquierda) para que se le reconozca como uno de los pensadores más importantes de la segunda mitad del siglo XX?
En las últimas semanas, he visto vídeos y leído las bases de sus interesantísimos descubrimientos en el campo del lenguaje, como una clasificación de las estructuras de gramáticas que generan lenguajes.
Y entonces, hoy, en mi siesta diaria, me he dado cuenta: Chomsky ha debido estar en la fundación del lenguaje de la informática. Por pura lógica. Las fechas coinciden: desde la década de los 50 hasta la actualidad Chomsky ha estado en la punta de lanza de la investigación lingüística, la misma época de la creación de los lenguajes de programación. Con todos los respetos para los programadores informáticos, el lenguaje con el que funciona la informática no puede haber sido obra de un informático ¡sino de un lingüista! ¿Y qué otro mejor situado y reconocido que Chomsky?
Pues sí, aquí he encontrado la confirmación de que sus descubrimientos sobre la gramática son la base para la sintaxis del lenguaje informático. No dice mucho más pero mi deducción me impulsa a asegurar que Chomsky también ha participado decisivamente en la generación de los protocolos de Internet y las telecomunicaciones (al fin y al cabo, es otro lenguaje más).
Y estoy plenamente convencido de que Windows, y por tanto Microsoft, es otro proyecto del DARPA, ligado al Instituto Tecnológico de Massachussets, y por tanto, a Chomsky.
Por pura lógica: un chico de 20 años como Bill Gates tenía al comienzo de la era dorada de la informática es incapaz de montar semejante empresa él solito. No tiene conocimiento: puede saber programar pero no montar una megaestructura, un lenguaje en sí mismo como son los diferentes sistemas operativos Windows. Puede hacer algún desarrollo, sí, pero la base sintáctica del proyecto (el lenguaje) es un proyecto claramente de un conjunto de sabios especializados en el lenguaje.
Lo mismo para Google: el algoritmo en el que se basa el buscador es de una complejidad tal que ha debido ser pensado por mentes tan brillantes como la de Chomsky y el MIT. Algún día recordaréis esto que os dije un 5 de noviembre del 2015 y se comprobará que estaba en lo cierto.
El cuento de que Bill Gates, Serge Brin y Mark Zuckerberg crearon Microsoft, Google y Facebook es sólo apto para ingenuos.