Conste que son dos de mis canciones favoritas, pero cuando uno sabe, ya no puede fingir ni hacer que no ve, y quiero que vosotros mismos veáis estos vídeoclips antes de que os explique lo que llevan codificadas.
Seguidamente, vais a ver el vídeo de la canción de Bonnie Tyler «Eclipse total del corazón» (Total eclipse of the heart) y el de Mike Oldfield «A la sombra de la luz de la luna» (Moonlight shadow).
Este sábado estaré a las 18 horas estaré en Barcelona presentando el libro en el que explico la industria de la música «El asesinato de la música», en el pleno barrio del Borne, en el Bar Guzzo del carrer del comercio. El miércoles de la semana que viene estaré en Valencia en el ya clásico café Tendur de la plaza del Cedro (20 horas) y el sábado de la semana que viene, en la Asociación Naturista y Vegetariana de Alcoy, a las 19 horas.
Primero de todo tengo que decir que ni Bonnie Tyler ni Mike Oldfield tienen que saber, necesariamente, lo que proyectaban sus respectivos vídeos porque la realización del vídeoclip corre a cargo de otras personas y a ellos les mandarían actuar y punto.
La canción de Bonnie Tyler fue escrita por el judío Jim Steinman, compositor de muchos temas de Meat Loaf, y aunque su letra parece estar hablando de un simple desamor, el contraste con lo que se ve en las imágenes y el propio título «Eclipse total del corazón», supone algo más, mucho más.
El primer plano nos acerca a una «típica mansión terrorífica inglesa» donde suceden las cosas que tú y yo -hoy día- sabemos.
Mientras una voz le dice a Bonnie Tyler que «se dé la vuelta» (como una especie de conjuro que se repetirá durante toda la canción) ella dice que se siente sola, rodeada por velas y vestida con un vaporoso vestido blanco. Acto seguido sale de una habitación la paloma blanca, símbolo de la paz. Vemos a Tyler con un brillante pendiente y seguidamente tres luminosas bolas cuelgan de una cuerda, mientras aparece la luna llena. Ella dice que se siente «aterrorizada una y otra vez pero de pronto veo la luz en sus ojos» y aparece un chico vestido de traje de colegio que abre la puerta y que la mira con unos ojos… ojos de cyborg, de fantasma. Sus ojos se funden con los de Bonnie Tyler mientras continúa diciendo, como un salmo, «turn around, bright eyes»; «date la vuelta, ojos brillantes».
Acto seguido, Tyler comienza a pasearse por las habitaciones de la mansión, al tiempo que las puertas se abren y de ellas salen cortinas vaporosas tintadas ¡en rojo! En una de esas habitaciones hay unos chicos de colegio inglés estudiando.
En otra hay un escolar con alas sentado en una especie de silla presidencial que suelta la paloma blanca.
En la siguiente escena aparecen unos chicos desnudos, como nadadores, a los que se les tira agua en la cara, como una tortura. Luego salen unos «ninjas» vestidos de negro (asesinos) y más tarde, unos chicos (los mismos chicos) en una ceremonia de una fraternidad universitaria tipo Skull and Bones, esgrimistas y gimnastas. Tyler abre la puerta y entra la luz, y por las escaleras aparecen unos rockeros vestidos de negro que parecen adorar a la diosa. Tyler se encuentra con su yo en el espejo, símbolo de la doble personalidad, mientras sigue ejerciendo de sacerdotisa de esos niños, que se convierten en jóvenes de la fraternidad, en adultos y después en asesinos.
¿De qué está hablando en realidad?
Está hablando de una programación MK Ultra, evidentemente. ¿Y cuál es el papel de Bonnie Tyler? («Una vez hubo luz en mi vida, pero ahora sólo hay amor oscuro»).
Tyler es lo que Arizona Wilder llamó «Mother of darkness»; es decir, una «madre de la oscuridad», una programadora MK Ultra. Lo cual queda claro al final, cuando la imagen se va al presente y aparece Tyler vestida como la directora del colegio (pues era un colegio donde estaban) y da la mano a cada uno de los egresados, y uno de ellos le mira con los ojos brillantes; los ojos MK Ultra, mientras le canta «turn around», es decir, «dáte la vuelta», lo que interpreto como una apelación a que «cambie de personalidad». En eso consiste el conjuro que repite el estribillo durante toda la canción: Tyler está luchando contra su programación MK Ultra. Con lo que podemos deducir que el «eclipse total de corazón» se refiere a la pérdida del alma.
La preciosa canción de Mike Oldfield de 1983 parece que tiene mucho menos que ver en su vídeoclip que Total Eclipse of the Heart pero en realidad es mucho más críptica, aunque la aparición del búho al principio ya deja claro de qué va. La combinación de la letra y las imágenes parece indicar que está hablando de una muerte en el siglo XIX fruto de un duelo, algo que la cantante parece rememorar una noche. El asunto es que la amante del finado es recogida en un coche de caballos y llevada a una mansión (similar a la que aparece en el vídeo de Tyler) donde le esperan las clásicas velas de una fiesta iluminati y los mayordomos. En ese momento, las imágenes en blanco y negro propias del siglo XIX se funden al color del siglo XX y la chica cambia de peinado, dando la impresión de que se ha producido un salto temporal; una conexión entre esa muerte del pasado y el marco moderno a donde ha llegado la chica. Finalmente, la chica y Mike Oldfield aparecen, con ropas antiguas, consultando a una bola mágica, desapareciendo acto seguido, y apareciendo la chica con la ropa moderna, para contactar con la bola mágica, donde aparece ella misma. El cuento acaba como empezó: con el búho Iluminati viéndolo todo.
Todo indica que han realizado un conjuro: han contacto con espíritus antiguos.