Ante la absoluta censura de los medios de comunicación españoles, el máximo mandatario chino ha firmado unos acuerdos de cooperación con 16 países del centro y el este de Europa, englobados en las siglas ECO, que los liga a las iniciativas de la Ruta de la Seda y la Franja: los fabulosos proyectos de desarrollo que van a financiar los BRICS. A poco que contemplemos el mapamundi con la perspectiva de la cantidad de países que han firmado acuerdos con China y el Banco de Infraestructuras del BRICS, nos daremos cuenta de que está naciendo un nuevo Planeta Tierra, y Europa, como digo en el titular, está siendo absorbida desde el Este.
De momento, China va a financiar una línea ferroviaria entre Serbia y Hungría, lo que, de hecho, sustituye a la Unión Europea -inoperante ante el crack financiero desde hace 7 años- como motor de Europa.
En una auténtica re-evolución constante, el banco central chino está abriendo su moneda al intercambio con otros bancos, paso previo a sustituir al dólar como moneda de referencia mundial.
Las noticias son constantes: señal de que se están dando todos los pasos para que el reseteo, cuando se produzca, no tenga vuelta atrás.
