Lo dejé caer en los dos primeros capítulos de la serie Dinero y dios y lo he venido diciendo desde hace tiempo: los terroristas y los banqueros son la evolución de los piratas. Cómo llegué a esa conclusión tan aparentemente arriesgada es una acumulación de pequeños datos pero sobre todo de sentido común; por la manera cómo operan, su significado, su poder, el país del que beben (Inglaterra) y porque hace tiempo que me despojé de esa barrera mental que nos colocan al estudiar Historia y que -supone- que con la Revolución Francesa comienza una nueva era para la Humanidad, y que las locuras que ocurrían antes, ya no valen para la Modernidad.
Falso.
Lo que el bobalicón de Nietzsche no supo entender es que si «la Historia es un eterno retorno» (es decir, que se está repitiendo constantemente) no es porque haya un cúmulo de casualidades que se repiten sino, simple y llanamente, porque son los mismos los que mandan y hacen las mismas cosas; tienen las mismas estrategias para tenernos dominados.
En estos días en que estoy leyendo el SUPERRRECOMENDABLE libro de 1933 «Historia de la piratería» de Philip Gosse (reeditado por la Junta de Andalucía en el año 2008), lo estoy viendo completamente claro.
Los piratas beréberes y TURCOS del Renacimiento en el Mediterráneo, los bucaneros ingleses y holandeses, los corsarios y los piratas tenían unas cuantas características idénticas a los terroristas del ISIS y del Estado Islámico.
1-Un «banquero», estraperlista o usurero judío al que le vendían lo robado.
2-Conexiones con el gobierno del puerto donde amarraban, que por un lado le protegía y por otro le incitaba a piratear los barcos de determinada nación enemiga o a la que se quería hostigar o fastidiar. De manera que era el gobernador de ese puerto o región quien, en realidad, mandaba sobre el pirata.
3-En numerosísimas ocasiones, un noble o aristócrata inglés se dedica a piratear por un tiempo y luego vuelve al gobierno, en calidad de asesor del monarca de turno o como jefe militar. Hoy día podemos preguntarnos si en ese periodo como pirata (al margen de la ley) no estaba, también, trabajando para ese gobierno, como en el caso de los grupos terroristas islámicos, adscritos a Turquía, Arabia Saudita y Qatar.
4-Contratación de ejércitos mercenarios. Evidente, ¿no?
Ahora la cosa se pone interesante.
5-¿Cuáles eran los métodos de los piratas para conquistar las plazas que deseaban?
Bloqueo económico y físico de un puerto, robo de mercancías de los barcos ajenos, toma de esclavos de un determinado país para acabar con su moral. (Comparad estas características con la ruta del petróleo del ISIS publicada ayer en esta web, y chequead la bandera que utiliza este grupo: la misma de los piratas).
¿A qué se ha dedicado el capitalismo del Banco Mundial y el FMI en el siglo XX?
Las normas de Bretton Woods y la Organización Mundial del Comercio han obligado a los países a endeudarse para así tener que «liberalizar» la producción de sus bienes locales (materias primas), cayendo en manos de las compañías transnacionales, es decir, de los piratas. Las crisis que hemos visto sucederse en el siglo XXI han comenzado por bloqueos económicos, diferentes a los de los piratas pero los mismos en definitiva.
Las compañías transnacionales se han hecho así con los aeropuertos de todo el mundo y han impuesto sus normas aduaneras en los puertos marítimos, cuya última expresión son los tratados TTIP y TTP que, directamente, colocan a estas compañías por encima de los propios gobiernos de las naciones, absorbiéndolas de hecho.
O sea, que primero se quedan con los bienes de un país, después obligan a «privatizar» (regalarles) las empresas de infraestructuras (sus riquezas) y acto seguido colocan a sus compañías por encima de sus gobiernos.
¿Recordáis cómo se llamaban las herederas de las órdenes de piratería inglesas? COMPAÑÍA DE LAS INDIAS ORIENTALES Y COMPAÑÍA DE LAS INDIAS OCCIDENTALES. De la primera de esas CORPORACIONES nació el banco HSBC, que como ha dejado claro el hacker Falciani, ha sido el lugar por donde se ha evadido el dinero de la mafia (los piratas) durante el siglo pasado.
En definitiva: que la diferencia del llamado capitalismo con la piratería es sólo de lenguaje, gracias al «amigo» Carlitos Marx, cuya teoría sirvió para convertir el robo organizado en una «dinámica difusa de infraestructura, estructura y superestructura» cuando la realidad es muchísimo más clara y más contundente. Puede que desconozcáis que todavía en época de Marx había piratas pero que, CASUALMENTE, en cuanto apareció el comunismo desaparecieron estas órdenes que daban sustento ideológico a los desheredados de la tierra, que pasarían a ser manipulados por este otro invento de los banqueros comunistas. En otras palabras, que el comunismo es otra evolución de la piratería, pero para los piratas de «a pié»; el propio sistema que les deshereda, les utiliza en contra de la sociedad.
Las compañías trasnacionales no son más que las órdenes de piratería modernas, con la única diferencia de que el robo ha sido legalizado y son los propios piratas los que escriben las leyes. La ley marítima sustiuyendo al Derecho Natural.
Vamos a llamar las cosas por su nombre. Terroristas y banqueros, no: son todos piratas, los unos trabajan para los otros pero son todos piratas.
