Esta mañana, si uno mira la portada de RT, le dan ganas de volverse a la cama: un nuevo virus se propaga por América, las bandas salvadoreñas amenazan con crear un «estado» como el islámico y el propio Estado Islámico levantando «campamentos secretos» en Europa (¿cómo coño lo sabe la Europol si son secretos? Y si lo sabe, ¿por qué no los detienen ya?).
Como ya sabéis por tantos años, el Mal se engrandece cuando más acorralado se siente por el Bien, y el ya constante rumor del colapso de los mercados y la vuelta del oro puede muy bien ser la explicación a estos últimos estertores de la Bestia.
Benjamin Fulford nos cuenta esta semana que esta semana el máximo mandatario chino ha estado por Oriente Medio intentando reconducir a los sauditas bajo promesas de ayudas para infraestructuras, pero se ha vuelto airado, pues el regente actual no ha querido verle. Sin embargo, asegura que el reino saudita está a punto de claudicar y sitúa el problema ahora en ¡Alemania! y por supuesto los jázaros de Bush y Clinton.
Asegura que 150 agentes del FBI están dedicados al caso de Hillary Clinton y sus emails de Bengasi, por el que se la va a acusar de «manejar un gobierno paralelo» al frente de su Fundación, y que su caída vendrá precedida de la de su ex mano derecha y ex jefe de la CIA, Petraeus, al que se acusará de vender secretos militares a Israel.
En cuanto a Turquía, la semana pasada pereció de un ataque al corazón (inducido, según Fulford) un millonario llamado Mustafa Koc que era el hombre fuerte de Rockefeller allí. El jefe del ejército norteamericano actual, Dunford, parece empeñado -según Fulford- en derrocar a Erdogan, y atacar las bases turcas en Azerbayán, Somalia, Georgia y Qatar, acusándole de la muerte de 14 marines en Hawai (ver accidente de helicóptero) y parece que ha coordinado con sus homónimos franceses el ataque a los terroristas en Libia (lo que podría estar en el origen de las amenazas de éstos sobre Europa).
Por último, asegura que en la última reunión entre la jefa del FMI, Lagarde, y el Papa, este último ofreció la riqueza del Vaticano para avalar la condonación de las deudas, después de lo cual, se retiraría, mientras que el FMI conservaría un estatus testimonial pero sin el poder de crear y distribuir la riqueza.
Las fuentes de la CIA (buena) que informan a Fulford aseguran que el imperio sionista caerá en un mes. (Veremos…).
