Veréis: en los 15 años que llevo metido en estos ambientes espirituales y Nueva Era (12 como bloguero), he conocido un montón de corrientes y conocimientos justo cuando han llegado a España, antes de extenderse (medicina cuántica, pensamiento creador, cultura maya, doctor Hamer, etc, etc, etc) y en algunos casos yo mismo he realizado bastantes descubrimientos que han copiado sin nombrarme (en el ámbito de la conspiración, la manipulación del lenguaje, por ejemplo) o, como os mostraba el otro día, en lo que hoy se llama «desdoblamiento cuántico», donde Garnier Mallet estaba contando prácticamente lo mismo que yo descubrí por propia experiencia, pero desde una perspectiva científica.
Es decir, que para cuando aparecieron personajes como Enric Corbera, Fulvio, Matías de Estéfano, Emilio Carrillo, Susanne Powell, Morfeo de Gea, Sergio Monor y ahora, Alejandra Casado, yo ya estaba «de vuelta», como se suele decir. Tras tantos años, llega un momento en que ves la historia repetirse una y otra vez y ya, ¡aburre! ¡Sabes lo que va a pasar!
Ha sido extenderse las riquísimas enseñanzas del físico francés Garnier Mallet con respecto a nuestro doble cuántico (lo que yo llamé nuestro «Yo del futuro») e inmediatamente aparecer una «seguidora» de esta teoría que la modifica y la convierte en una técnica (nadie sabe bien con qué legitimidad) para distorsionarla casi por completo. Ojo que Garnier (próximamente en Madrid) remarca que él ha dictado una ley, no una técnica.
Después de ver algunos de los vídeos de Alejandra, en los que habla de «formatear la percepción», «eliminar nuestro pasado» (off line), «eliminar nuestra identidad», para supuestamente crear nuestro futuro bajo una fórmula mágica (unas nuevas palabras mágicas, acompañadas de unos gráficos que realmente dan vergüenza ajena, ver vídeo más abajo, a la mitad), todo ello trufado con algunos conceptos sacados de la física pero sin conexión concreta con lo que pretende decir (¿menor velocidad, mayor velocidad?), lo he visto claro. En definitiva, un potpurrí diferente en la forma pero similar en el fondo al de Enric Corbera y que funciona con la misma lógica que el famoso cuento «El traje nuevo del emperador»: «si no comprendes lo que te estoy diciendo, es que eres tonto, vuelve a ver el vídeo 2». De hecho, Alejandra, en su supuesta búsqueda de la «esencia», dice literalmente que hay que «volverse tonto» (y hacerle caso por completo a ella, claro; entregarle tu voluntad). Y esta es una clave fundamental para entender cómo nacen las sectas: basta con que el devoto no entienda bien lo que dice el «maestro» (el traje nuevo del emperador desnudo) para que piense que debe ser tan importante que se tiene que esforzar mucho para lograrlo. Que no lo entiende porque es muy tonto y el «maestro», muy listo, vaya, cuando en realidad, o no está diciendo nada… o nada bueno. Un ejemplo.
Alejandra se jacta de ir al «kernel» del ser humano, una palabra que seguramente pocos de sus seguidores conocen, y remite «al núcleo de un programa o sistema operativo»; en terminología humana, bien podría ser el alma. ¡Ojo! ¡Está hablando de tu alma pero en lenguaje codificado!
Muchos conceptos que, cambiando la teoría y el marco del conocimiento, se vienen repitiendo en muchos de los supuestos maestros que han ido apareciendo.
Después de tantos años, como os digo, estoy viendo repetirse un patrón con tanta precisión que ha llegado el momento de emitir una ley; la Ley de la creación de sectas a partir de un conocimiento novedoso.
1-Cada vez que aparece un conocimiento beneficioso para la Humanidad, aparecerá un supuesto maestro (o probablemente varios) que dirá nutrirse de esa información para (con su propio conocimiento que nadie sabe de dónde ha provenido -a veces canalizado- porque nadie conocía a este sujeto antes) conformar una «fórmula mágica». La fórmula que emanará de su divina…
2-Autoridad. A pesar de que esa información originalmente no fuera suya (ni siquiera la idea misma de la cual se nutrió), el supuesto maestro se autoforjará una imagen de autoridad al hacer su propio «refrito» que, dada la ignorancia de sus futuros acólitos, convencerá a estos deseosos de encontrar una figura sustitutoria de «El Mesías», El Cura o El Padre, para entrar en la secta. Para seguir a este «maestro».
3-Los adscritos a este culto pasarán a creer que la palabra emanada de este sujeto les llevará a la felicidad, la iluminación o la generación de su realidad, bajo una fórmula sencilla, repetitiva y que, si no se cumple, es por culpa del adicto a la secta, por su falta de fe o voluntad. Conocer otras informaciones, de otras personas, será sinónimo de traición y motivo de expulsión del grupo. (Engrandecer la soberbia de los adeptos por pertenecer a este selecto grupo será un aspecto clave en la pertenencia a esta supuesta élite a la que el «maestro» te ofrece el honor de pertenecer. Lo que se conoce popularmente como «engrandecer el ego»).
4- «Tirar el bebé con el agua sucia de la bañera»: a partir de un conocimiento muchas veces cierto, el falso maestro lo deforma bajo la coartada de que «él conoce la verdad» e insta a tirar a la basura todo lo que sabes, tus experiencias vitales e incluso tu familia y amigos. No hay tonos grises: la nueva información no puede convivir con tu intuición y conocimiento de toda una vida. Tienes que tirarlo todo por la borda para seguirle. Para seguirle con tu nueva personalidad, con tu nuevo «kernel», en la terminología de Alejandra Casado.
5-La clave final consistirá en entregar la voluntad al líder, «vaciándose por completo» (en muchas ocasiones, no sólo espiritualmente sino también del dinero) para dejar entrar al «nuevo yo». Es decir, hablando en plata: una posesión espiritual (lo que no te cuenta, es lo que va a entrar dentro de ti…).
6-En la mayor parte de los casos, estos sujetos vendrán de la masonería, la cábala o los rosacruces, y pese a provenir de profesiones que en nada tengan que ver con la oratoria o hablar en público, tendrán unas capacidades comunicativas muy destacadas, lo que lleva a la duda sobre si habrán sido aleccionados o entrenados previamente. Así se crearon, durante el siglo XIX, los Testigos de Jehová y los Mormones, sin ir más lejos: en realidad no hay tanta diferencia entre la creación de estas sectas new age y aquellas sectas pseudocristianas.
7-Siguiendo la primera ley que acabo de dictar, ahí va la predicción: en breve aparecerán sucedáneos de Mr Keshe con supuestas fórmulas mágicas a partir del plasma, que no serán más que distorsiones para que la gente no vaya a la fuente, al creador de la técnica.
8-El resultado global de todos estos movimientos sectarios es la separación de sus adeptos de la sociedad, envolviéndolos en una burbuja narcisista, sobre la creencia de que ellos forman parte de una élite por seguir a este «iluminado». Es decir, individualismo y separación de los cambios sociales, que es en donde se produce el progreso.
PD: Fijaos en el siguiente vídeo de Alejandra Casado en cómo repite muchas de las actitudes de Enric Corbera y que probablemente o está leyendo o está escuchando por el auricular lo que tiene que decir. Si os desprendéis de su supuesta autoridad, os daréis cuenta de que en realidad, el traje nuevo de la emperatriz, no existe. Sus diagramas son, simple y llanamente, propios de Barrio Sésamo.