«Postureo» es como se conoce hoy día en España al arte de aparentar algo que no se es: lo que antes se llamaba la «tontería». La apariencia en lugar de la autenticidad; en este caso, las salidas de tono en lugar de las ideas y las soluciones.
Este artículo denuncia cómo la izquierda ha perdido la referencia por el bien y los valores y se dedica a la performance para atraer la atención de los medios.