Todos los que hayáis leído mi libro «La Historia Secreta de Hollywood» no podréis más que sorprenderos por la similitud de lo que los Hermanos Cohen están en contando en su por lo demás, estupenda película: «Hail César».
Para que tengáis el gusto de descubrir por vosotros mismos las claves ocultas de esta película sobre el negocio del cine, os pongo un cartel de la película debajo de este link para poder verla y, más abajo, os cuento esas claves.
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Si escucháis con atención los inmensos diálogos de esta película, particularmente en los que participa el productor Mannix, están contando una y otra vez cómo el papel de Hollywood es crear realidad. Para ello, la trama se entremezcla con las de varias películas en su fase de producción, en la que tiene especial peso la recreación de la vida de Cristo: fijaos en la reunión con el sacerdote, el pastor protestante, el pope ortodoxo y el rabino analizando la película ¡y el papel del último! ¡Lo están reconociendo implíticamente!
El secuestro de George Clooney por parte de los comunistas es otro reconocimiento de que, como decía el senador McCarthy con su llamada «caza de brujas», efectivamente, Hollywood estaba infiltrado por los marxistas. Pero Marxistas freudianos, de ahí el papel de Marcuse en el conciliábulo durante el secuestro de Clooney: unos conspiradores que, a poco que te fijes, descubrirás que son judíos. Así, el propio Hollywood reconoce el papel de Freud en la generación de la realidad cinematográfica que nos ha gobernado durante un siglo.
Las dos periodistas gemelas que se ocupan, una de los cotilleos y otra de las noticias «serias», lo que está queriendo decir es que unas y otras son la misma cosa. Y la noticia que están a punto de desvelar (que Clooney pasó por el aro gay para triunfar, con el director de cine extranjero) es una forma de reconocer la conspiración homosexual en Hollywood, como conté en este vídeo reciente (y de lo que el propio Clooney es parte).
En la penúltima escena, los comunistas infiltrados en Hollywood dan su dinero a los soviéticos, lo que prueba esta conexión. Y en la última escena, cuando Clooney realiza su alegato en favor de Cristo… justo se olvida de la palabra «Fe» y acaba diciendo «hijo de perra», lo cual no deja lugar a dudas de quien ha realizado la película y su verdadero propósito.