La publicación del demoledor artículo post mortem del periodista de El Mundo, Fernando Múgica, desgranando como se tejió el velo del encubrimiento sobre los verdaderos responsables del atentado del 11-M merece un análisis más detallado, para señalar las consecuencias que tienen esas revelaciones en la política española.
1-Para empezar, Múgica señala al ex presidente Aznar como encubridor de la trama, puesto que le amenazó si seguía adelante («en 24 horas podrías estar muerto si sigues por donde vas»). [Me extraña muchísimo que ningún medio radical, como Kaos en la red, se haya hecho eco de este artículo, señal de que no están realmente contra el Sistema]. Estoy seguro de que tanto Pablo Iglesias como Juan Carlos Monedero han tomado buena nota de lo publicado y lo guardarán en su «recámara» cuando necesiten «munición dialéctica».
2-Siendo como era Múgica un respetadísimo compañero dentro de la profesión, estoy seguro de que la publicación de este escrito –después de muerto, lo que le da más verosimilitud, puesto que tuvo que morirse para que se publicara– ha debido hacer mella en el gremio periodístico español, y sus opiniones sobre el 11-M se han tenido que tambalear, sí o sí, a la luz de las burradas que cuenta.
3-La exactitud en el relato de la complicidad de las diferentes agencias de espionaje españolas con el encubrimiento de la real autoría del atentado estará provocando un terremoto en las propias agencias, cuyos agentes ya saben que no pueden confiar en sus jefes y, sobre todo, que son meros monigotes de una trama superior. Es posible que comiencen a operar de común acuerdo entre los propios agentes de los diferentes cuerpos intercambiándose información, como de hecho ya está sucediendo en los Estados Unidos desde hace tiempo.
4-El artículo demuestra que el pequeño crimen organizado existente en España está controlado indirectamente, a través de sus agentes infiltrados, por la propia policía, con lo que la llamada «seguridad ciudadana» y la propia existencia del Estado quedan en entredicho, pues está claro que genera los propios problemas que dice querer solucionar, por lo que en realidad esa delincuencia controlada por el Estado es el pretexto que crea la necesidad de su existencia. [Lo siento por la frase tan enrevesada pero es que ¡el mundo de hoy día es así de perverso!].
5-A partir de ahora, cualquier análisis político sobre los males del país pasa por investigar a fondo este «Estado profundo», al igual que el destape de la trama del atentado del AMIA en Buenos Aires, Argentina, hizo a Cristina Kirchner recomponer sus servicios secretos (lo que costó la derrota de su partido, y no por casualidad, claro está: las fuerzas ocultas «no podían tolerar» que se desmontaran sus estructuras).
6-En definitiva: cualquier deseo o intento de regenerar los países (puesto que este ejemplo vale para todos) pasa por desmontar estas estructuras oscuras que controlan y producen el Mal, a través de los servicios de inteligencia.