El conocido periodista, que entre otras muchas predicciones, anticipó el atentado del 11-M en Madrid, lideró el descubrimiento de la conspiración biológica de la gripe A y ha traído al gran público la posibilidad de que los «locos asesinos» sean en realidad controlados a distancia por las élites a través del programa MK Ultra, pronostica desde su página web rafapal.com que el viernes 24 de junio es el día más posible para que el PP intente dar un vuelco al voto con un autoatentado. «Dado que el jueves era el referéndum británico para la permanencia en la UE, y el sábado realizar un autoatentado sería ‘demasiado descarado’, el viernes concita todas las expectativas para este tipo de atentado manipulador del sentido del voto, como hemos visto en el caso del asesinato de la diputada británica, que sin embargo no ha logrado su objetivo de evitar el Brexit. Aunque tampoco se puede descartar un acto a la desesperada para el sábado».
Para Rafapal, la publicación de las grabaciones en las que el ministro del interior, Fernández Díaz, conspiraba con el jefe de la oficina antifraude para incriminar a políticos catalanes independentistas, «ha sido una inteligente jugada para dificultar que el PP pueda trucar las elecciones, como bien ha sabido ver Pablo Iglesias al decir que, con un ministro como ése, no se puede confiar en que las elecciones vayan a ser limpias».
La manipulación de la Opinión Pública a través de ataques de bandera falsa o autoatentados, englobada dentro de la nueva ciencia de la Ingeniería Social, se ha convertido en la tendencia más moderna de la ciencia política del siglo XXI, la psicología social y el análisis de la influencia de los medios de comunicación sobre la propia opinión de las masas, y de esa manera, condicionar el sentido de los gobiernos. Rafael Palacios ha desarrollado toda una metodología predictiva que permite anticipar (o incluso impedir atentados), alertando a la Opinión Pública de las intenciones de las élites, simplemente con ver la secuencia de noticias. «A principios de esta semana, el PSOE realizó un clarísimo autoatentado, al emitir un vídeo en el que su candidato, Pedro Sánchez, se frotaba la mano después de dársela a un negro; una anécdota a la que nadie dio la mínima importancia pero que algunos medios de comunicación digitales trataron de convertir en una persecución conspiratoria contra el PSOE para que pudiera hacerse la víctima y así robar votos a Podemos: los autoatentados y las conspiraciones, con la complicidad de la prensa, forman parte de la realidad diaria de la política actual».