Este rotundo cambio de postura (veremos si real o sólo son bonitas palabras) es una consecuencia de las presiones rusas sobre el turismo en Turquía. Si fueran sinceras, deberíamos ver un rotundo cambio en las guerras en Siria e Irak en pocas semanas: Turquía debería dejar de armar e introducir terroristas en esos países.