Si las informaciones que maneja Sorcha Faal son correctas, el pasado martes los jefazos de todos los grandes medios de comunicación norteamericanos (a excepción de Fox) se reunieron en Nueva York, en casa de Alexandre Soros, hijo del magnate, para a su vez conectarse por videoconferencia con George.
En las dos horas siguientes, el brazo ejecutor de la familia Rothschild les dictó la estrategia a seguir para evitar que la deteriorada salud de Hillary Clinton sea desvelada antes de las elecciones del próximo 2 de noviembre, y al mismo tiempo, atacar a la única cadena que está informando del tema, Fox TV. La estrategia a seguir para destruir su reputación es continuar dando salida a los supuestos casos de abuso sexual, que ya se han cobrado la cabeza de su director, Roger Ailes.
En los últimos días, –y acuciada por los rumores– Hillary acudió a un programa de televisión para demostrar que está bien de salud. Y lo demostró ¡abriendo una lata de aperitivos! (no es broma). Al mismo tiempo, apareció en otro evento vestida con ropa de invierno pese al ingente calor que hacía, lo que ha disparado las dudas sobre su salud, ya que desde hace casi un año no comparece en directo con periodistas.
