Sé que muchos os escandalizáis cuando doy cabida en esta web a asuntos de la prensa «del corazón». Por eso os anticipo que voy a seguir con especial atención la trama -que a buen seguro se va a desarrollar- en torno al divorcio de los guapos entre los guapos: Brad Pitt y Angelina Jolie.
Y la razón por la que lo voy a seguir es ésta: Jolie es una segura colaboradora de la élite, muy probable MK Ultra y, sobre todo, porque una de las hijas del matrimonio se había empezado a vestir de hombre, lo que deja entrever un grave desequilibrio identificativo de género. Un programa mental, vaya.
De momento, y como era de esperar, la prensa se ha puesto de parte de la mujer (drogas, infidelidad de Pitt) pero entre las pocas razones que pudiera tener el rubio para divorciarse, se ha dejado caer «la educación de los hijos«.
A este clavo me agarro para intuir que, en el proceso de despellejamiento de la pareja que los buitres de la prensa rosa van a desencadenar, podemos enterarnos de algunas cosas ciertamente cruciales…
PD. Curiosamente, la noticia del divorcio de Jolie y Pitt alteró la retransmisión de la cumbre de la ONU, en torno a los refugiados, ¡de la cual Angelina es precisamente representante!
Curioso, ¿verdad?
Hombre y Mujer — 21 septiembre, 2016 at 10:48 am