Si encontráramos un sitio donde proyectar este vídeo, me encantaría dar una conferencia-coloquio analizando la mayoría de las intervenciones de las cuatro feministas que acompañan al ideólogo de Podemos, Juan Carlos Monedero: una lesbiana clásica, una actriz porno, una feminista de la vieja ola y otra de la nueva, como la bella diputada de Podemos, Clara Serra.
El vídeo que estáis a punto de ver es un auténtico máster en marxismo freudiano y toda una demostración del grado de locura al que puede llevar seguir -hasta sus últimas consecuencias- unas ideas perversas, insanas, patológicas.
Tanto, que la profundización en la coherencia de esas ideas freudianas de que «cualquier deseo es bueno» y «nadie es culpable» lleva a defender el masoquismo como una opción política y a proclamar absurdos tan monumentales como que la «violación es legítima siempre que sea consentida».
[Querida Clara Serra: la propia naturaleza de la violación es que la violada no lo consiente, así que estás diciendo un oximoron].
Durante el delirante coloquio, que Monedero conduce con una serenidad tal que ha ganado puntos para mí, se ofrecen comentarios tan… (no sé cómo calificarlo) que niños de hasta 8 años están viendo pornografía actualmente y que el 50% de las niñas han recibido sexo anal (porque sus parejas lo consideran algo normal porque lo han visto en las pelis pornográficas), en fin, tales cosas que ¡hasta la histórica lesbiana feminista Beatriz Gimeno se vuelve conservadora!
A lo largo del inenarrable coloquio (que, visto con unas cervezas y algo de fumar, es tan grotesco que mueve a la risa), se propone educar a los niños con un porno «revolucionario» y no «capitalista y heteropatriarcal» y las propias feministas reclaman su derecho a ser ¡objetos sexuales! ¡si ese es su deseo!
Por supuesto, todo este sinsentido nace de haber abolido los conceptos de Bien y de Mal, y haberlos sustituido por el pensamiento maniqueo que sitúa a la Mujer como el Bien y al Hombre como el mal (al tiempo que se considera que todo lo que sale del inconsciente es bueno y lo consciente, malo).
Como digo, esta charla es histórica y merece un coloquio profundo porque sale todo a la luz, pero básicamente os diré que ejemplifica el enfrentamiento entre la doble cara de Freud, sus dos hijas. Aquí se enfrentan la sexología (como supuesto movimiento emancipatorio, como dice Clara) con el feminismo (que como sabéis, también es hijo de Freud).
¿Y quién gana?
¡EL SEXO, CLARO! [«Oye, que yo soy feminista pero si me gusta que mi pareja me pegue… ¡es mi placer!», parece decir la bella diputada de Podemos].
De verdad, lo tenéis que ver.
PD. Lo de la actriz porno masoquista metida a filósofa, lo dejamos para el ámbito de la terapia.
PD 2: Si os interesa el tema, hice un vídeo sobre la sexología hace unos meses. Pincha aquí.
