Una seguidora me dice que la han llamado «fascista» por reenviar el vídeo de Bob Dylan y me pregunta «qué puede hacer». Bien, lo que sigue es una guía para que confrontéis todos esos insultos por defender la verdad y salgáis victoriosos (siempre y cuando defendáis la verdad, obviamente).
Lo primero que debéis saber es que las etiquetas denigrativas («fascista», «negacionista», «homófobo», «sexista», «machista», etc) sustituyen a la noción de «mal» porque la gente que usa esas palabras no creen en el bien y el mal y lo sustituyen por la «corrección política» que es el bien y el mal ideológico, relativo, falso; ideología postmoderna, derivada del existencialismo y la escuela de Frankfurt.
Así pues, lo primero que debéis hacer es preguntarles si creen en el Bien y el Mal, como absolutos morales. Y aquí, como no creen, habéis ganado la partida… antes de empezarla.
La respuesta que debéis dar es que, si no cree en el Bien y el Mal, no pueden opinar sobre lo que está bien y mal, luego no te pueden etiquetar como «malo» si no creen que exista el mal y, encima, tú sí que crees en el Bien. ¡Es el colmo! (Os podéis indignar, que ganaréis muchos puntos).
Se quedarán patidifusos con esta respuesta y, a lo sumo, te contestarán que el bien y el mal son relativos y que su noción del mal a lo mejor no es la misma que la tuya.
Entonces es cuando debéis de responder que el Bien (POR SU PROPIA ESENCIA) es bien para todos, es bien común, así que si piensa que el bien es solo para un grupo, entonces no cree en el Bien, y si no cree en el Bien, no puede hablar de lo que está mal y por lo tanto, no te puede acusar de ser malo («fascista», «homófobo», etc).
Así de sencillo.
Podéis extrapolar esta irrefutable argumentación a la verdad y la mentira, que es prácticamente el mismo tema pues el Bien es la consecuencia de la Verdad y la mentira, la del Mal.
Una persona que no cree en la Verdad, no puede opinar de nada porque todo gira en torno a lo que es verdad (o real) y mentira (o ficción). Si no crees en la Verdad, careces de autoridad moral para decir que algo es mentira.
Así pues, las personas con ideología postmoderna han perdido el debate (por ejemplo, el de la pornografía y la prostitución del otro día en La Tuerka) antes incluso de comenzarlo.
Es tan sencillo que, al principio, quizás te cueste hasta comprenderlo. El mejor ejemplo que utilizo es la persona que se tapa los oídos (cerrarse a la Verdad) y pretende opinar sobre el sonido: si quieres opinar, ¡quítate los tapones!
¡Hala! Ya podéis comenzar a repartir espadazos por todo el Planeta con estos irrebatibles argumentos.
¡Ya veréis qué pronto muere el relativismo moral! ¡Se van a quedar calladitos en sólo 6 meses si extendéis estos memes que os he legado!
PD: Fijaos en cómo podéis acabar con la credibilidad de tantos gurus new age con esta sencillísima argumentación.
PD 2: La esencia misma de la democracia se cae con esta argumentación; ¿cómo van a ser capaces de elegir lo mejor unos seres que, mayoritariamente, han dejado de creer en el Bien? Dicho de otra forma: una sociedad que ha dejado de creer en el Bien jamás puede ir por el buen sendero y, por lo tanto, la elección no arreglará nada.