Con el conocimiento que a estas alturas todos tenéis de cómo hay que leer estos anuncios de catástrofes por parte de los gobiernos, debéis asumir las palabras de Obama como una clara amenaza para la población norteamericana: ya sea con tornados, terremotos, un apagón generalizado o incluso un meteorito que impida que se celebren las elecciones norteamericanas.
Por más que el panorama sea negrísimo, hace ya años que sabíamos que los últimos días antes del reseteo estaríamos al borde del desastre planificado por los sionistas.
Así que no queda otra que ¡resistir! (y rezar).