Extraña noticia que ha de mover a la discusión. Que las cuentas de correo de los grandes magnates financieros italianos, cardenales, el del ex primer ministro Renzi y el del ex gobernador del Banco Central italiano y actual jefe del Banco Central Europeo Mario Draghi hayan sido hackeadas puede que ya no sea una novedad (tras lo ocurrido el año pasado con Hillary Clinton) pero que los detenidos sean dos hermanos empresarios de una empresa ligada a la seguridad y, sobre todo, uno de ellos masón de alto grado, sí que tiene su «miga». Y si le añadimos que el software empleado para infiltrase se llamaba «Eye Piramid», en referencia al famoso «Ojo que todo lo ve» Iluminati, para qué os voy a contar…
Lo que se relata en la noticia de Zero Hedge es que los hermanos Occhionero regentaban la empresa Westland Securities que creó este «mallware» para infiltrarse en las cuentas de la élite italiana para así obtener información privilegiada con la que adelantarse a los movimientos en la bolsa. Resulta curioso que la información obtenida se enviaba a unos servidores sitos en la ciudad de los mormones (Salt Lake City, Utah) y Prior Lake Minnesota, donde ya han sido requisados por las autoridades norteamericanas.
Sin duda que una parte de la masonería espiara a la élite italiana (mucha de ella, masona), y que se haya hecho público, evidencia una ruptura o batalla interna, que seguro que tendrá derivaciones.
