El día antes de la entrega de los Globos de Oro (en la que «triunfó» Meryl Streep), a la actriz australiana Nicole Kidman se le ocurrió decir que había que respetar la decisión de los electores y apoyar al presidente.
Algo debieron decirle porque en la entrega de esos premios Kidman se comportó de manera muy extraña, interrumpiendo las entrevistas a otras estrellas («sólo quería decir que me lo estoy pasando bien») y, después, atiborrándose de PIZZAS hasta el punto que se tiró una bandeja encima de su vestido.
Sin duda, que algo sucedió…