En un recientísimo informe de Sorcha Faal, se explica que el prorruso militar norteamericano, nombrado jefe de Seguridad Nacional y recientemente dimitido, estaba investigando las redes del narcotráfico de la CIA con dos elementos del gobierno venezolano. Asignado por Flynn, el superagente «Robin Townley» (nombre supuesto) había descubierto que los dirigentes venezolanos Tarek El Aissami y Samark José López Bello estaban adscritos a una célula de la CIA que traficaba con drogas con un avión israelí.
El tal «Robin Townley», que tenía la más alta certificación de seguridad, la vio invalidada hace unos pocos días, mientras se desarrollaba una operación para desacreditar a Flynn por sus contactos con Rusia. [Se entiende que ha la operación ha sido saboteada «desde dentro»].
Sin embargo, a las pocas horas de la renuncia de Flynn, ha sido asignado a dirigir una agencia todavía más secreta (Bureau of Intelligence and Research), de la cual se desconoce hasta su presupuesto, mediante la cual van a seguir investigando las redes de narcotráfico (véase, las detenciones en el aeropuerto de Puerto Rico de hace escasas horas).
El informe de fuentes rusas acaba comparando a Trump (por sus intentos por acabar con el régimen actual) con la figura de Boris Yeltsin, que hizo lo propio en la Rusia postsoviética, dado el carácter impulsivo y provocador de ambos.
[La comparación me parece bastante acertada; esto significaría que el periodo de mandato de Trump será corto].
