Ayer me preguntaban cómo es posible que Robert De Niro haya comenzado a trabajar con el equipo de Trump (ver rueda de prensa junto a Robert Kennedy Jr sobre vacunas, De Niro vivió la censura de un documental sobre el tema): la razón es el recientísimo asesinato del periodista de UPI Dan Olmsted quien documentó, entre otras cosas, lo siguiente.
-Que la vacuna militar para la malaria, Lariam, produce alucinaciones y episodios violentos, lo que puede llevar a la creación de asesinos MK Ultra. Ver link de CBS News, y que todo ello ha sido ocultado al público.
-Que la comunidad religiosa Amish (cuyas creencias impiden la vacunación) no sufre de autismo en sus niños, lo cual es una prueba inequívoca de la correlación entre ambas, ya que la tasa de autismo en Estados Unidos ha alcanzado la cifra de 1 de cada 50. La respuesta del Centro de Detección de Enfermedades a Olmsted en un reportaje que estaba haciendo antes de morir es para enmarcarla: «los amish no tienen autismo porque no tienen electricidad».
-Como digo, el tal Olmsted murió el pasado 23 de enero, justo el día antes de tener una entrevista con Trump en la Casa Blanca, y la persona con la que estaba haciendo el documental (la laureada productora de CBS Sharyl Atkinsson) ha tenido que guardar todo el material de Olmsted en un servidor adscrito a la isla de Tonga (.To) para evitar que sea hackeado por las autoridades.
Dos semanas antes de la entrevista con Trump (y de su muerte) recibió anónimos amenazándole, y escribió las siguientes palabras: «cuando escribes lo que piensas, a veces hasta el presidente se pone de acuerdo contigo».
El informe de Sorcha Faal acusa claramente a que la CIA (protegiendo los intereses de la farmaindustria) asesinó a este nuevo mártir de la Revelación de la Verdad.