Últimamente, encuentro que las cosas están llegando a un nivel tal de contradicción… que acaba generando orden. Que un mariquita como Wilders se convierta en el azote del Nuevo Orden Mundial en Holanda tiene su gracia, al igual que otro sarasa como Milos Yanopoulos se convierta en el azote del feminismo en tierras angloparlantes. Se diría que, como digo, al llegar a su máxima contradicción, los problemas alcanzan su orden.
Como ya sabéis, el feminismo y el movimiento en pro de la homosexualización han sido aliados desde hace 4 décadas porque compartían un mismo objetivo: cuantos más hombres traumatizados por la culpa de ser varones, más acabarían huyendo hacia las filas del movimiento gay.
Pero he aquí que esta tendencia de los extraños «compañeros de cama» (maricas+lesbianas) ha alcanzado la reseñada contradicción… porque los maricas han decidido «ser padres» a base de esclavizar a las mujeres: lo llaman «gestación subrrogada» pero por favor, que no os metan el gol del lenguaje que oculta la realidad. SE DICE ALQUILAR ÚTEROS.
Bueno, pues he aquí que un cierto sector del feminismo se ha dado cuenta de que, tras décadas intentando «independizarse» del varón… han acabado como esclavas de los mismos, en este caso, alquilando su ser más íntimo, el que es capaz de dar vida.
… Y los papeles se intercambian, mágicamente. Los liberales de derechas (PP, Ciudadanos) se ponen a favor de esta aberración y un sector mayoritario del feminismo, en contra… con lo que van a acabar en la misma manifestación que sus enemigos declarados de la iglesia católica.
¡No me digáis que no es paradójico!
Leed el resumen de esta sublime contradicción ideológica en El País.
PD: Lo de la batalla lingüística va muy en serio. Claváoslo en la frente: se dice «ALQUILAR ÚTEROS».
