Desde Alemania, Gabriela me cuenta lo siguiente:
«Una amiga no podía tener hijos y visitó a una ginecóloga especialista en genética y fue la doctor la que le habló de las células fetales que se quedan en el organismo de la madre de por vida y que es el vínculo entre hijo y madre. El instinto maternal no es otra cosa que la telepatía entre ambos, así rompas ese vínculo presencial, el niño seguiría recibiendo mensajes de la madre como por ejemplo lo que ayer escribías, la moral y los valores.
Gabriela
Las células fetales que se quedan en órganos como hígado, estómago y corazón sirven a la madre para reforzar su sistema inmunológicodurante el embarazo y si se aborta esa células causarían desequilibrios en general en el organismo materno. El aborto es más grave de lo que a primera vista se cree porque pueden deribar enfermedades como cáncer o depresiones crónicas
Gabriela
ahhh, las células fetales que se alojan en el cerebro son los agentes telepáticos, por llamarlos de alguna forma».
La catedrática de bioquímica de la Universidad de Navarra, Natalia Moratalla, lo explica en este excepcional artículo.
Estas excepcionales informaciones han sido censuradas por los medios de comunicación para dar alas a la absurda teoría de que el género es algo cultural y, por tanto, uno lo «puede elegir». La realidad es que, aceptando la dictadura de la moda, uno tiene la posibilidad de alejarse de sí mismo y por tanto, perderse irremediablemente, al renunciar a su Ser; su Naturaleza.
Hombre y Mujer — 14 marzo, 2017 at 8:45 am