Más evidencias de que son los químicos de la vida moderna los que están feminizando, homosexualizando y transexualizando a los varones: el medicamento Risperdal, «recomendado» para niños hiperactivos, les ha hecho crecer los pechos. Cien mil denuncias se agolpan en los juzgados norteamericanos.
La compañía lo sabía desde el año 2001.