Lo más destacado del último informe Fulford (escrito antes de la defunción de David Rockefeller) es su afirmación de que Jordania se ha unido a la coalición antiisraelí, con lo que todos los países vecinos (Líbano, Egipto, Siria, Irak, Turquía, Irán, pero también China y Rusia) han formado un frente común contra el país judío. Viendo así la situación, Netanyahu fue a Pekín el 19 marzo a pedir clemencia pero, al parecer, el presidente chino no ha atendido la petición.
También la familia real saudita ha acudido a Pekín a pedir protección, una vez que ni Japón ni Indonesia les ha ofrecido asilo. Según Fulford, el rey actual está ya muerto, tiene un doble que le sustituye, y su heredero, Salman, ha tomado ya el mando, como demuestra su reciente visita a Trump en Washington.
Al principio del informe, Fulford se hace eco de una prueba bastante endeble para fundamentar que la Constitución original de los Estados Unidos ha sido restablecida, lo que se une a los (nuevos) rumores sobre el reseteo. También habla de la batalla contra los carteles de la droga, y menciona expresamente que han comprado dinares iraquíes (esperando su revaluación), pero no se les va a dejar realizar ese negocio (con lo que, de rebote, confirma que el plan del reseteo está relacionado con el dinar).
Asimismo, afirma que Trump no aceptó un soborno de Merkel de cientos de millones, y esa fue la razón por la que se negó a darle la mano ante las cámaras el otro día.
También dedica varias líneas a describir los contubernios en Corea y Japón en torno a los bonos históricos, que podrían dar alas a la maltrecha economía norteamericana.
La gran noticia es que el otro día el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución china que mencionaba «la comunidad humana con un destino compartido» y que recibirá millones en inversiones para crear infraestructuras de comunicaciones con las que mejorar el comercio.
