Después de años de retrasos y obstaculizaciones, todo indica que, por fin, los fondos en base a los bonos históricos, que catalizan los programas de prosperidad, han llegado a las cuentas que, a su vez, dinamizarán este proceso.
Varias fuentes diferentes confirman que el proceso se está efectuando bajo los protocolos de seguridad y vigilancia, de donde se deduce que el presidente Trump está defendiendo el proceso y los militares están bajo el control.
Como detalle, el presidente filipino Duterte está jugando una papel protagonista en el proceso, lo que explica su visita a Trump en Washington.