Supongo que muchos echaríais en falta en las últimas semanas mis comentarios sobre la actualidad geopolítica; al margen de los viajes, la razón es que era tal el caos que resultaba imposible emitir una explicación: ¿qué sentido tiene la última pelea entre Qatar y Arabia Saudita?, ¿qué papel está jugando Trump en estos acontecimientos cuando supuestamente está atacando al «Estado Profundo»?
Sólo leyendo el último informe de Thierry Meyssan sobre la última reunión del Club Bilderberg podemos entender los radicales cambios de alianzas operados en las últimas semanas, y que pueden explicar tanto la guerra intestina entre las monarquías petroleras como el reciente atentado en el parlamento iraní.
Al parecer, en la reunión del Club Bilderberg acaecida en Estados Unidos (primera sin David Rockefeller), se organizó un debate sobre el terrorismo islámicos en el que se enfrentaron los representantes de Trump (en contra) con británicos, franceses, empresas y jefes de inteligencia con Obama, a favor de seguir armando y apoyando militarmente a los terroristas.
Mientras Estados Unidos parece que ha dado un ultimátum a Arabia Saudita para que deje de apoyar a los terroristas, Inglaterra ha desarrollado un nuevo plan para «pasar del islam religioso al islam político». En otras palabras, forjar una alianza entre Turquía, Irán, Qatar y la Hermandad Musulmana. Aquí es donde se produce el choque con los sauditas y Estados Unidos que presumiblemente ha originado los atentados de Irán de ayer mismo.
Personalmente, creo que el reposicionamiento de Qatar al lado de China, el BRICS y la ruta de la Seda (abandonando el dólar) ha debido influir, también, en este golpe diplomático gestado por Trump, que sigue tratando de conseguir una mejor posición para Estados Unidos en el nuevo sistema monetario (por eso ha rechazado el Acuerdo sobre el clima de París).
Por lo demás, con los terroristas prácticamente derrotados en Irak, los últimos movimientos del ejército sirio en dirección a Raqqa han provocado que los kurdos apoyados por Estados Unidos se decidieran a reconquistarla (tras meses amagando sin decidirse). En la frontera entre Siria e Irak también están confluyendo las fuerzas de ambos países, habiendo Estados Unidos colocados a una de sus guerrillas afines para impedir la pacificación de la zona.
En suma: la política de Trump sigue siendo errática en extremo.
Veremos a ver qué pasa en las elecciones británicas de hoy jueves, porque una victoria del laborista Corbyn volvería a modificar la situación, pues éste ya ha exigido dejar de apoyar a Arabia Saudita y su terrorismo. Con seguridad es este posicionamiento el que ha provocado los últimos atentados en suelo inglés, tendentes a impedir su victoria.