Para quienes todavía crean en la igualdad, os presento a la etarra que se ponía a mirar escaparates cuando iban a buscar los lugares para atentar. Con esta excelente crónica de El Confidencial, podéis evidenciar las contradicciones de las feministas incluso en el más extremista de los ambientes izquierdistas: el terrorismo.
Este párrafo es memorable: En este destierro también había que pasar desapercibidos. Para ello, los diversos miembros de ETA acogidos en este país montaron un plan de seguridad que la Tigresa se saltaba de forma habitual. “Cada vez que Idoia salía de casa con su chupa de cuero, sus ceñidos pantalones y sus treinta mil maneras de llamar la atención, arrastraba tras de sí a cerca de veinte argelinos cuya principal preocupación era reivindicar su poderío sexual, sobre todo con las europeas… ¡Así era ella, todo un prodigio de clandestinidad!”, exponía en el libro el exetarra, que no ocultaba su animadversión hacia su compañera de armas. “Nuestra reina (…) no sé cómo lo conseguía, pero después de cada tormenta que se originaba por su falta de seguridad y nula formalidad con la organización, hacía que pareciera que los culpables éramos los demás”, protestaba. http://www.elconfidencial.com/espana/2017-06-13/retrato-eta-idoia-lopez-tigresa-comando-madrid-esclava-cuerpo-cabello_1396321/
