Cuando ayer un servidor afirmó la hipótesis de que el ex jefazo de Cajamadrid, Miguel Blesa, «hubiera sido suicidado» (en verbo transitivo y no reflexivo*), no estaba sugiriendo un hecho original o extraordinario (pese a lo perverso) porque, si os acordáis, entre los años 2012 y 2014, cuando las autoridades de numerosos países investigaban las trampas del sector financiero que condujeron al crack del 2008, se produjeron decenas de «suicidios» de altos ejecutivos cuando estaban a punto de tesficar. Esta noticia del 2014 es sólo un ejemplo.
Así pues, España se une a una tendencia mundial (que confirma que gobierna la Mafia o Gobierno Secreto) y que es silenciar las voces que pueden aclararnos quién da las órdenes realmente para que en el Planeta haya pobreza.
*Un servidor comenzó hace ya largos años a utilizar el verbo reflexivo «suicidarse» en forma transitivo («ser suicidado»), lo cual es una innovación gramatical en toda la regla y que inserta la conspiración en el lenguaje coloquial: algún día esta nueva forma verbal será adoptada por la Real Academia; ¡seguro!
Hablando del lenguaje, mañana viernes será un día muy especial para mí porque por primera vez hablaré en público en la ciudad que me vio nacer en aquel fatídico verano de 1969, en el que los satánicos salieron a la luz. En medio del festival de Jazz, a las 20 horas en la calle Aguirre Miramón 1, Local 13, centro Sherab, hablaré sobre la manipulación del lenguaje y el camino hacia la telepatía.
A veces me pregunto si no fue por casualidad que aterrizara en este Planeta en ese trágico momento…
