Pues aquí tenéis el hilo que puede desenredar los dos extrañísimos suicidios de estas últimas estrellas del rock muertas; los cantantes de Linkin Park y Soundgarden.
Amigos y colaboradores musicales, Cornell y Bennington tenían una preocupación común: los abusos sexuales infantiles que -por lo menos el segundo- había sufrido en su infancia y le condujeron a las drogas.
De acuerdo a esta información, también el cantante de Soundgarden los habría sufrido y, en el momento que fueron «suicidados», ambos estaban a punto de destapar esta trama, con lo que el motivo de estas muertes quedaría aclarado.
Los datos, de momento, son escasos, pero al parecer la policía ya estaba trabajando sobre esta hipótesis: nuevos mártires que añadir a la ya larga lista de víctimas en el rock and roll.
Esta tarde, a las 20 horas, nos vemos en Vitoria y mañana, a las 11 de la mañana, en Bilbao.
