La propia dinámica de los acontecimientos (las tendencias que, como el Tao, siguen su ineroxable curso) está llevando a situaciones ciertamente singulares, contradictorias y paradigmáticas.
Como he explicado en la serie de exitosos vídeos sobre la izquierda freudiana, a base de llevar la contraria por sistema, la progresía se ha llevado a sí misma a un callejón sin salida. Al dilema Freud contra Freud: apoyar la revolución sexual y al mismo tiempo condenar la sexualidad natural hombre/mujer de los dogmas de fe feministas/gays. Y, por el camino, superan la represión (no sin cierto sentido) de su odiada moral católica.
Resulta que el Instituto de la Mujer vasco ha dictado una circular por la que condena una serie de canciones por «machistas«; una lista con la que uno puede estar de acuerdo, pero por otras razones más objetivas, como degradatorias, vejatorias o, incluso, malas. Básicamente, el regaetón y el Despacito (que, por cierto, es una de las canciones favoritas de Irene Montero).
Pero lo mejor de todo es cuando uno lee la lista de canciones «recomendadas» por la Gran Hermana Feminista. Encontramos la canción «Me gusta ser una zorra», que ejemplifica lo que justamente denunciaban al censurar las canciones de Maluma y Luis Fonsi… pero al revés.
De traca.
Hombre y Mujer, Opinión y Noticias Externas — 7 agosto, 2017 at 7:41 am