Hace ya más de un año que un amigo (ex gerente de la Universidad Autónoma), me relató estos mismos asuntos con todo detalle, por lo que puedo dar veracidad a lo que cuenta Juan Carlos Bermejo en El Confidencial: la universidad española no contrata por méritos sino por clientelismo político, donde opinan gente que no debería opinar, porque no están cualificados para escoger a los docentes.
En resumidas cuentas: fueron los sindicatos los que impusieron el marxismo cultural en la Universidad a través de su presión en los órganos rectores.
Es posible que haga una entrevista sobre este tema dentro de unas semanas.