Hola. Hace dos años que sigo tu página, y me encanta. Ya que abriste espacio para
testimonios de mujeres abusadoras, aprovecho para mandar el mío, la verdad no voy a
contar una historia donde yo haya abusado de alguna forma de mi pareja…Mas bien
fui yo la víctima de violencia… de parte de dos mujeres.
Tenía por entonces 22 años, y entraba a trabajar a las 7 de la mañana. Generalmente
me trasladaba en el automóvil de mi hermana mayor, quien por suerte trabajaba a
pocas cuadras de la empresa sonde yo laboraba, así que salíamos de casa a eso de las
6 a.m. Cuando mi hermana no podía llevarme, yo tomaba un taxi o procuraba salir a
eso de las 5:30 para llegar puntual, puesto que en mi país el servicio de transporte
público es un desastre.
Fue un día jueves, salí de casa a eso de las 5:20, era invierno y aún estaba un poco
oscuro, pero yo conocía bien mi barrio y no sentía miedo.
Dos cuadras antes de llegar a la parada del autobús, vi a dos mujeres caminando en
dirección contraria a mí, una de ellas bastante corpulenta y de pelo corto, la otra
más delgada y con el pelo recogido con una cola. Seguí caminando sin preocuparme de
nada, pero al pasar al lado de ellas, la más corpulenta se volvió hacia mí, me tomó
del brazo, me hizo girar hasta quedar frente a ella, y me empujó con todo su cuerpo
hacia la puerta de un local que a esa hora estaba cerrado. Pensé que querían
robarme, así que solté mi cartera, pero la mujer me dio un puñetazo en el estómago,
me quedé sin aire y no podía ni gritar…Empezaron a toquetearme entre las dos, los
senos por encima del suéter, la mas delgada desabrochó mi pantalón y metió su mano
hasta donde pudo, mientras la otra me sostenía contra la pared, abrazándome
tapándome la boca con una mano, aunque por momentos me soltaba y me apretaba el
cuello. Me bajaron todo el pantalón, con todo y ropa interior, me levantaron la
blusa, el suéter, me pellizcaron, mordieron y apretaron donde pudieron…una de
ellas incluso me besó en la boca y las dos me decían cosas que aún se me hace muy
feo escribir… Me soltaron porque tres señores venían caminando por la misma
calle, se fueron corriendo, todavía alcanzó la más delgada a decirme «putía sabrosa»
antes de que ellos llegaran más cerca , fueron ellos quienes me ayudaron, al verme
con la ropa toda descompuesta creyeron que me habían violado. Como pude me subí el
pantalón, mientras ellos intentaban ayudarme como podían, yo lloraba. Ellos querían
llamara la policía o a los bomberos, les pedí que no lo hicieran, Les di las
gracias y les dije que estaba bien, regresé a mi casa.
Cuando conté lo ocurrido, mis padres insistieron en que fuera al médico, mi mamá me
acompañó.
Tenía una mordida en la boca, del lado derecho, tenía un moretón en el ojo aunque no
recuerdo que me hubieran pegado en la cara, tenía moretones en brazos, en el cuello,
en el seno izquierdo y sí, arañazos en la vulva. Pero las heridas más terribles me
las dejaron a nivel emocional. Tenía miedo de andar sola por la calle, así fuera a
plena luz del día, me cambiaba de acera cuando veía a dos o más mujeres caminando
juntas hacia mí, y sentía una profunda vergüenza, una impotencia y una rabia que no
podía desahogar. No podía presentar una denuncia porque no fue violación puesto que
no hubo penetración… estaba consciente, además, de que se burlarían de mí. La
misma doctora que me atendió no ocultó una sonrisa como de burla cuando conté lo que
ocurrió. Las cosas quedaron así, no recibí apoyo psicológico ni de ningún tipo de
parte de las autoridades ni médicas ni legales porque «eso ni es violencia de género
ni intento de femicidio» porque los agresores no eran hombres….
Creo que vivimos tiempos violentos y absurdos, y que la violencia va más allá de
simples cuestiones de género, creo que tiene más que ver con algunos individuos de
esta sociedad, hombres y mujeres, han perdido esa capacidad humana que nos permite
vernos reflejados en la mirada del otro, reconocerlo como distinto a nosotros y, sin
embargo, necesario para asumir nuestra propia identidad…
Yo no veo en un hombre un agresor en potencia solo por ser hombre, tengo tres
hermanos y por más que me esfuerce no logro imaginarlos agrediendo a otra persona
como estas mujeres me agredieron a mí. Claro, son ruidosos e inquietos y masculinos,
pero agresores jamás. Y que no me vengan con el cuento de que las mujeres son
víctimas en potencia solo por ser mujeres, porque bien que podemos agredir y herir
mucho más incluso que un hombre. Para mí lo ocurrido sí fue una violación, no hubo
penetración pero violentaron mi espacio, mi cuerpo y mi intimidad y me causaron
heridas físicas y emocionales que me costó superar.
Soy de Guatemala, si crees que sirve de algo mi
historia, puedes publicarla sin mencionar mi nombre, aún me da vergüenza lo que
pasó…
Saludos desde acá