Información proveniente de la web de militares retirados, Veterans Today, lo que lleva el marchamo de fiabilidad. Al parecer, las autoridades libias han detenido al predicador «musulmán» Abu Haf, cuyo nombre real es Benjamin Efrain, y que en los interrogatorios confesó trabajar para los servicios secretos israelíes, El Mossad. Al parecer, el agente comenzó su infiltración liderando un grupo de 200 miembros del ISIS, que se mudó a Bengasi, ciudad de infausta memoria para el ejército USA (el ataque liderado por Hillary Clinton contra su propia embajada). Después, intentó entrar en Egipto, al mando de este grupo, uno de los más sanguinarios que hayan sido detectados.
La información continúa repasando los posibles sustitutos para el abatido ex líder del Estado Islámico, Al Baghdadi, del que se asegura que también fue un agente de El Mossad.
Creo que va siendo hora de aclarar cómo ha logrado Israel crear y dirigir un ejército de tipos que creen estar combatiendo contra este pueblo usurero.
Estamos hablando de una gigantesca operación de lavado de cerebro y propaganda a través de las redes, que conduce a los «tontos útiles» musulmanes (como los que operaron en Barcelona y otras ciudades españolas), incultos y analfabetos, que se integran en grupos perfectamente organizados, aparentemente autónomos (¿os habéis fijado las decenas de nombres de los distintos grupos y que cada poco tiempo cambian de nombre?); un verdadero laberinto de células y grupos que un día se enfrentan entre sí pero siempre acaban colaborando. Una hidra de organizaciones que, a fin de cuentas, tienen tres dirigentes máximos, la satanísima trinidad sionista: Netanyahu, Kisinger y Soros.
Será interesantísimo cuando, algún día, nos enteramos de la verdadera estructura de esta máquina MK Ultra del terrorismo wahabita.
